My world has hope

Aquel chico reservado y poco habitual pensaba de una forma que,para su edad,era muy extraña.Ya sabéis lo que suelen decir los jóvenes,cosas como "la vida son dos días,hay que disfrutar","tenemos que aprovechar para divertirnos ahora que somos jóvenes" y demás tonterías.Sin embargo él tenía tan claro lo que quería,que podía llegar a hacer dudar de sus pensamientos hasta al hombre más seguro.Él vivía para encontrar lo que todo el mundo buscaba,la felicidad,pero no perdía el tiempo con estúpidos pasatiempos como las fiestas,pues sabía que ahí no hallaría la felicidad,sino simple diversión.Tenía claro que lo que tanta gente buscaba y no llegaba a encontrar lo podría descubrir en algo tan simple y complejo como el amor.El amor es una simple palabra,pero es un complejo conjunto de sentimientos que a veces pueden ser geniales y,otras veces,ser un ácido que nos corroe por dentro hasta pudrir nuestros sentimientos.Otras personas decían que las amistades tienen más importancia,pues cuando el amor sale mal,están allí para ayudarte,pero no era cierto.No viene mal tener unos amgos que si estás mal te ayuden,eso no lo niego,ni tampoco aquel chico,pero el amor te puede dar cosas que no te da un amigo,y no da solo amor,sino que también da lo que puede dar una amistad:te da confianza,te da ayuda,te da seguridad...

El caso es que este chico se encontraba en la habitación del hotel,nervioso ante aquel retorcido e inoportuno personaje llamado destino,que había querido que el momento en el que encontrase el amor fuese alejado de su hogar,en un estúpido hotel bastante lujoso a decir verdad,vestido con un traje que le hacía sentir ridículo.Al menos le aliviaba el saber que para ella estaba guapo vestido así.Muchas personas se preocupan bastante por su aspecto físico,pero este chico tenía la suerte de sentirse a gusto si a esa chica le parecía guapo su aspecto,y aunque él aún no lo supiese, para ella él estaría guapo de cualquier manera.

Ya arreglado,el chico salió rumbo al banquete de la boda.Esperaba volver a verla allí,como habían hablado,pues ella era familiar de él,aunque no de sangre,pues su madre era adoptada.Cuando llegó,pudo comprobar a través del cristal de la enorme puerta de ciprés que ella estaba ya sentada en la mesa,y que a su lado guardaba un sitio que él mismo iba a ocupar lo más rápido posible.Si hubiese sido una carrera de footing,sin duda aquel chico habría logrado superar el record mundial para llegar lo más rápido posible a aquel vacío asiento.Ella le saludó con un roce de sus labios en las mejillas,un roce que hizo al chico ponerse nervioso,y a ella parecía divertirle su reacción.Pronto terminó empezando una de esas incómodas conversaciones que a menudo los adultos entablan con jóvenes,animándoles a hacer precisamente lo que aquel joven tenía claro que no era lo mejor:ir de juerga,a fiestas...Tal vez el motivo de esos "consejos" fuese que ellos mismos se arrepentían de no haber disfrutado de esas cosas siendo más jóvenes,pero eso no era excusa para brindar tales consejos.

-Pues yo creo que es una estupidez ir a ese tipo de fiestas.¿Acaso os hace falta alcohol para divertiros?Porque al menos yo sé divertirme perfectamente sin una pizca de alcohol en mis venas.
-Pero sobrino,todo hace más gracia cuando vas bebido,no me irás a decir que nunca has bebido,¿no?
-Claro que he bebido,y eso solo hace que me sienta más seguro.Sin beber,soy consciente de lo que hago.Además,la edad no influye en nuestra necesidad principal:la felicidad.La queremos, y yo sé hacer que las cosas realmente cuenten.No me arrepiento de lo que hago,a diferencia de la mayoría de las personas que beben,pues sé lo que hago en cada momento,e intento lograr lo que deseo,y aunque no lo logre,sé que lo he intentado.Así,hago que todo cuente,hasta que algún día logre mi meta y pueda decir definitivamente que mi esfuerzo ha servido para encontrar lo que buscaba.-Tras terminar su discurso,dirigió una breve pero cariñosa mirada a su compañera,que miraba impresionada la forma en que hablaba el chico,emanando una increíble emoción en cada palabra,haciendo notar que realmente pensaba todo lo que decía.Antes de apartar su mriada de la chica,le guiñó un ojo.
-Lo que tú digas,solo son excusas,los jóvenes de hoy en día no sabéis divertiros.-dijo otro adulto intentando quitarle razón al chico.

El tiempo iba pasando,y la música iba ganando importancia en el evento.Casi todo el mundo bailaba,pero el chico era malísimo,así que seguía sentado,conversando de vez en cuando con la chica.Tras un largo silencio,la chica se levantó y salió de la sala.El chico esperó poco más de un minuto,aunque para él seguramente fue mucho más,y salió por el mismo lugar que ella.Ya era totalmente de noche fuera,y hacía una brisa agradable.Ella estaba sentada en un bordillo,mirando al cielo.

-Es muy bonito lo que has dicho.-dijo ella al notar que se acercaba su esperado acompañante nocturno.-Me gustaría poder creer lo mismo que tú.
-¿Y por qué no podrías?
-Yo no creo en el amor,y estoy segura de que hablabas de ello.Nunca me he enamorado,y creo que tampoco sería una buena pareja para nadie.
-No es lo mismo creer que saber.-puntualizó el chico.
-¿Acaso tú sabes que el amor pueda hacer eso realmente?Solo lo crees me parece.
-No lo he experimentado,pero lo sé totalmente,estoy seguro de ello.-dijo un poco dolido.Para intentar que ella le creyera cogió su mano con dulzura y la llevó a su pecho.-¿Lo notas?No percibiras la diferencia,pero normalmente mi corazón late mucho más despacio.Sin embargo tú lo aceleras.Sé que eso no prueba nada,pero tal vez si te digo lo que siento cuando te veo sonreír cambies de opinión.
-Por...¿mí?Apenas me conoces,es...es una locura.
-Loco,eso estoy,o eso me has vuelto.-la abrazó.-Dime,¿no sientes nada cuando te abrazo?

Se tomó su tiempo,y después de tomar una profunda bocanada de aire dijo:

-La verdad es que sí,pero no tiene por qué ser amor.Simplemente me has pillado desprevenida.
-¿Y si hago esto?.-dijo antes de propinar en su mejilla un suave beso.-¿Quién se pondría nervioso por un simple besito en la mejilla?
-Pero...nunca me he enamorado.
-Dime,alguna vez has sido realmente feliz.
-Creo que no.-dijo cabizbaja.
-Haré que cambie,te lo prometo.-dijo cogiendo sus dos manos.-Pero a cambio tienes que prometerme que abrirás tus sentimientos y dejarás de negarte lo evidente,¿vale?
-Pero...
-¿Vale?
-Está bien,tú ganas.
-Por que cuente.-dijo el chico ilusionado.
-Por que cu...-no pudo terminar la frase,pues mientras hablaba el chico había juntado sus labios con los de la chica,haciendo que ese momento pasase a sus memorias como uno más de esos momentos que recordarían en el futuro como el principio del final de su búsqueda de la felicidad.