.

.

Close enough

Posted by WhatTheFuck On 23:24 0 furcias han comentado

Tan cerca y a la vez tan lejos, como la luna en el firmamento, cautivando los sueños de cada humano que consiga admirar su verdadera belleza. Ella es mucho más que una cara bonita, mucho más que un cuerpo atractivo. Es como una novela de misterio, atrapándote entre sus líneas, haciendo que quieras saber más, profundizar en su historia. Desde el principio me sentí impresionado por aquella persona que tenía al otro lado del ordenador. Mi cabeza se llenaba de canciones de amor, mis manos ansiaban escribir para ella, retratar con palabras lo que mi ser sentía entre latido y latido. Tal vez no pueda plasmar su belleza en un dibujo, pero puedo intentar acercarme a ello describiéndola. Su salvaje pelo castaño se revuelve a su alrededor, lo cual encaja perfectamente con la libertad que emana de su personalidad. Sus preciosos ojos marrones ven a través de lo que miran, calando fuertemente allá donde se posan. Cada vez que me mira es como si notase cómo lee en mi interior. Sus esponjosos labios causan un devastador efecto de deseo hacia ellos, como si el hecho de no estar besándolos fuera la mayor estupidez del mundo. Sus gestos expresan su felicidad, su interés, su escepticismo, sus preocupaciones y tantas otras cosas más. Resulta tan adorable que cuesta apartar la mirada. Pero como ya dije, ella es mucho más que eso. Es la marea que da vida al océano, es el big bang de mi pequeño universo, pues todo cobra sentido con ella a mi lado. La quiero tanto, tantísimo, que jamás podríais imaginar lo mucho que la quiero, solo ella a través de mi mirada puede entenderlo, así como yo lo veo en la suya.

Te quiero, Paula. Allá donde esté, siempre estás conmigo, pues has dejado una huella enorme en mi corazón. Sin embargo cada vez es menos el tiempo que queda para que la distancia entre ambos se reduzca a pocos minutos y pueda ver tu sonrisa sin depender de viajes 

You and I

Posted by WhatTheFuck On 12:56 0 furcias han comentado

Hace dos meses y veinte días, por fin la encontré, por fin apareció en mi vida. Fue como ese hermoso rayo de sol que se cuela entre las nubes de tormenta e iluminó mi vida. Me atrajo hacia ella como si de un imán se tratase, y yo no podría haber hecho nada para impedirlo. Cada sonrisa que se formaba en su cara, cada palabra que escribían sus manos, cada risa juntos diciendo idioteces, cada muestra de su afecto y preocupación. Y ahí me encontraba yo, desorientado ante el torrente de sentimientos que se formaban hacia ella, asustado porque dentro de mí tenía la certeza de que yo no era más que un insignificante cero a la izquierda para el universo y que ni en un millón de años podría llegar a lograr que ella se interesara por mí. Sin embargo ella demostró que me equivocaba. Con la amabilidad de una madre cuidando a su hijo pequeño ella se preocupaba por mis miedos e inseguridades, me intentaba hacer sentir mejor conmigo mismo. No sé exactamente cuando fue que ella sintió interés en mí. Recuerdo que en la primera vez que hablé con ella por teléfono detecté un atisbo de interés, algo de atracción tal vez, pero me dije a mí mismo que eso era totalmente imposible y que dejase de fantasear. En sus cariñosas ganas de darme abrazos y mimos me planteé que ella pudiera sentir algo por mí, pero de nuevo parecía que solo buscaba señales donde era inimaginable que las hubiese. Y entonces, un sábado, me dijo que yo le gustaba. No podía creerlo, incluso pensé que podía tratarse de una broma. Sin embargo quería creerlo, quería gustarle. Y así hasta que un día, enfrentándose a sus miedos, decidió intentarlo conmigo. Pero desde luego yo no iba a dejar que se enfrentara ella sola a ellos, no, deseaba que se sintiera feliz conmigo, así que haría lo que fuera por sacarle tantas sonrisas como pudiese. Y ya han pasado dos meses desde que lo nuestro empezó a tomar una forma mucho más nítida, que empezó a asentarse. Y vaya si se ha asentado, nunca había estado tan unido a alguien, nunca había sentido con esta intensidad. Juntos superamos los miedos que ambos teníamos al principio y logramos hacer que esto fuese incluso mejor. A veces podemos hablar con simples miradas, otras hablamos y pensamos las mismas idioteces y cuando el silencio se cierne sobre nosotros, no es uno de esos incómodos silencios en los que nadie sabe qué decir, si no una agradable sensación de paz y realización, pues la tengo a mi lado y no podría desear nada más que su simple compañía. El roce de su pelo, su respiración en mi cuello, sentir su espalda bajo mi abrazo. No necesito nada más para tener un momento perfecto. Siento como si el mundo se detuviera y solo estuviéramos ella y yo, como si eso fuese todo cuanto importase. Así pues, seguiré disfrutando cada momento a su lado hasta el final de los tiempos, observando cómo ambos maduramos conforme avanzamos juntos por este maravilloso camino que recorremos juntos.


Te amo, cielo. Esté donde esté, te siento conmigo, pues llevo un pedazo de ti en mi corazón. Esté donde esté, puedo sonreír de felicidad gracias a lo genial que es tenerte en mi vida.


Implosión

Posted by WhatTheFuck On 10:54 0 furcias han comentado

A veces, cuando intento expresar lo que siento por ella, parece que mi pecho fuese a estallar por contener unos sentimientos tan fuertes, tan intensos. La única forma de evitarlo parece ser intentar soltar en forma de palabras aquello que albergo en mi corazón, y sin embargo, siempre me quedo corto, como si muchas de esas cosas fuese imposible decirlas con palabras, y la sensación de sentir el pecho a punto de estallar aunque a lo mejor se alivia un poco, se mantiene ahí. Es por eso que a veces dejo que mis ojos, mi sonrisa y mis besos hablen por mí. Intento transmitir lo mucho que adoro tenerla a mi lado acercándola a mí en un cálido y fuerte abrazo. Lo preciosa que es para mí en todos los sentidos acariciando su piel.

Me he dado cuenta al empezar a escribir esto que, cuando quiero hablar de mí hablo de ella, y cuando hablo de ella, hablo al mismo tiempo de mí. En algún momento, sin pensar en qué éramos o cómo llamábamos a la relación que había entre nosotros, ella se volvió parte de mi vida y, de alguna forma, podría decir que se volvió parte de mí, pues al pensar en mí mismo también aparece ella en mis pensamientos y viceversa, como si fuéramos cada uno una parte de este rompecabezas llamado amor. Y es que, curiosamente, encajamos precisamente como dos piezas creadas para unirse la una a la otra, como dos imanes que no pueden separarse sin tender a estar unidos de nuevo. Siento que podría hablar con ellas sin palabras, que nuestros pensamientos viajan por el mismo camino, haciéndonos soltar las mismas tonterías. Cuando nuestras miradas se cruzan es como si saltaran chispas. El mundo podría estar derrumbándose a nuestro alrededor y yo apenas sería consciente de ello al perderme en sus ojos. Cuando me adentro en la marea de expresiones que asoman por su rostro pierdo la noción del tiempo mientras me inunda una maldita sensación de júbilo por dentro, haciendo que sonría sin poder siquiera controlarlo y sienta la necesidad de comerla a besos, decirla lo mucho que la quiero y empanarme mirando su sonrisa y lo adorable que es. No sé muy bien qué quiero decir con todo esto, creo que no quiero llegar a ningún sitio diciendo esto, simplemente decirlo, desahogar esta sensación tan genial que hace que sienta el pecho a punto de estallar. El caso es que la quiero, joder, la quiero muchísimo.

Ella

Posted by WhatTheFuck On 16:10 0 furcias han comentado

Ella, mi dulce fuente de felicidad, ha logrado que diga cosas que jamás había dicho, que haga cosas que jamás había hecho, que sienta con tanta fuerza, con tanta intensidad, que a veces me parece que se me va a salir el corazón. Ella, con su adorable forma de ser hacia mí, ha conseguido que sienta que no soy un cero a la izquierda, que realmente valgo la pena. Y no un poquito, no, ha hecho que sienta que valgo tanto la pena que los miedos e inseguridades significan menos que la posibilidad de estar conmigo. He llegado a llorar de felicidad por la simple idea de que la quiero y, curiosamente, ella me quiere a mí. Y lo más curioso es que es mucho, muchísimo lo que me quiere, porque aunque también lo exprese con palabras, con tan solo una mirada hace que vea lo que siente por mí, que flote a la deriva entre los pensamientos que se escapan por sus ojos, deseando no dejar jamás de contemplarla, de perderme entre nuestras miraditas y besos. Tal vez me repito, pero qué se le va a hacer, tengo la estúpida necesidad de desahogar mis pensamientos vertiéndolos donde pillo en forma de palabras, de expresar lo genial que es mi niña. Quiero que el mundo sepa que si creyera en alguna deidad le daría las gracias por haber creado a una persona tan jodidamente maravillosa, pero como no es así, las gracias se las doy a ella por haber elegido formar parte de mi vida.

Tqm amor mío :P