.

.

Me he dado cuenta al empezar a escribir esto que, cuando quiero hablar de mí hablo de ella, y cuando hablo de ella, hablo al mismo tiempo de mí. En algún momento, sin pensar en qué éramos o cómo llamábamos a la relación que había entre nosotros, ella se volvió parte de mi vida y, de alguna forma, podría decir que se volvió parte de mí, pues al pensar en mí mismo también aparece ella en mis pensamientos y viceversa, como si fuéramos cada uno una parte de este rompecabezas llamado amor. Y es que, curiosamente, encajamos precisamente como dos piezas creadas para unirse la una a la otra, como dos imanes que no pueden separarse sin tender a estar unidos de nuevo. Siento que podría hablar con ellas sin palabras, que nuestros pensamientos viajan por el mismo camino, haciéndonos soltar las mismas tonterías. Cuando nuestras miradas se cruzan es como si saltaran chispas. El mundo podría estar derrumbándose a nuestro alrededor y yo apenas sería consciente de ello al perderme en sus ojos. Cuando me adentro en la marea de expresiones que asoman por su rostro pierdo la noción del tiempo mientras me inunda una maldita sensación de júbilo por dentro, haciendo que sonría sin poder siquiera controlarlo y sienta la necesidad de comerla a besos, decirla lo mucho que la quiero y empanarme mirando su sonrisa y lo adorable que es. No sé muy bien qué quiero decir con todo esto, creo que no quiero llegar a ningún sitio diciendo esto, simplemente decirlo, desahogar esta sensación tan genial que hace que sienta el pecho a punto de estallar. El caso es que la quiero, joder, la quiero muchísimo.

Categories:

0 Response for the "Everything seems better"

Publicar un comentario