My world has hope

Algo dentro de mí quería salir,pero no lo hacía.Era mejor que no saliese,que se quedase ahí donde estaba y no molestase.Mejor que siempre estuviese ahí,sin salir,pero sobre todo en este preciso momento,era imprescindible dejar esa parte que quería salir lo más alejada posible.Era un mal día,aunque no para mí,al menos no aún,sino para ella.Yo estaba bien,mejor que un día cualquiera,pero solo por ahora.Es increíble como la amargura de una persona hace que amargue a los demás,¿no?Supongo que en eso soy experto,pero también otros en ser hipócritas y hacer lo mismo cuando ellos mismos se quejan,y más aún cuando esa persona se esfuerza por contenerse.Poco a poco,el sentimiento que contenía dentro,ese malestar,fue transformándose en ira contenida.
Sentía esa ira intentando ser canalizada por mis dedos,directos al teclado del ordenador,pero me esforzaba por evitarlo.Notaba entonces,los arañazos en la sólida puerta de acero,una puerta inquebrantable,que no podría traspasar.Sin embargo alguien estaba haciendo más fuerte a la ira,y cambiando la puerta,hasta que al final solo quedó una simple puerta de diamante.La ira seguía arañando pesadamente la puerta,pero todos sabéis que rayar el diamante es realmente difícil.Pero también sabemos que romperla no cuesta nada.No tardó en darse cuenta la ira de que,con un simple golpe,haría añicos el diamante.Y salió,toda la ira acumulada salió,y bien tranquilo me quedé cuando toda estaba fuera.Tal vez la próxima vez alguien sea capaz de no hacer que la ira se haga tan fuerte como para salir a flote,o tal vez sí.